Me encanta Ikea.

No sus muebles, ni lo de ir a casa de otra persona y pensar “ah, ese mueble lo tengo yo, y ese, y ese…”, ni los pasillos eternos, ni el coger una caja pesada para ponerla en el carro, ni el ir hasta el polígono…

O sea, no me gusta casi nada de Ikea.

Solo me encanta su idea de negocio.

Tiene dos patas: la pata objetiva y la pata subjetiva.

La pata objetiva es la que hace que sea viable para ti montarte una casa a precio bajo.

Tu casa nueva te cabe en el maletero del coche gracias a su formato de cajas.

Y luego te la montas con una llave allen.

Genial.

Pero eso no vale.

Lo objetivo, lo racional, nunca es suficiente.

Porque tú no eres racional (ni tu cuñado, ni tu vecino, ni yo, ni nadie).

Eres emocional.

Que sea viable montar los muebles de tu casa sin contratar un decorador ni un camión no es importante si no hay una parte emocional.

Y aquí entra el efecto Ikea.

Lo que realmente te aporta Ikea es que tú te montas tu casa.

Y los muebles serán de mala calidad, y todos tus amigos tendrán los mismos muebles. Pero te los has montado tú.

Todo lo que tú haces mola más, sabe mejor.

Por eso, por lo que llamamos efecto Ikea, cuando tienes que convencer a alguien de algo el enfoque no es que des los argumentos objetivos por los que tu idea es buena: el enfoque guay es que la otra persona se crea que esa idea es suya.

Valoras más lo que surge de ti.

El efecto Ikea en programación es una constante. Por dos cosas: Disfrutas más lo que haces porque te lo has trabajado tú. La única forma de aprenderlo bien es que curres. Y ese curro tuyo te motivará el seguir estudiando. Precisamente porque eres tú el que está creando.

Y cuando aprendes las herramientas adecuadas, te montas tinglados informáticos que nunca pensaste que podrías montar. Sin ser informático, ni ingeniero, ni diseñador gráfico, ni desarrollador front-end, ni full-stack, ni un montón de locuciones que ni sabes lo que significan.

Tan solo siendo tú podrás montarte lo que nunca estuvo a tu alcance.

Solo necesitas una guía, que te dé ingredientes para que tú los mezcles. Y el resultado que obtengas te gustará.

Organizo formaciones con efecto Ikea. Para más detalles, correo a hola@leonardohansa.com

P.D. Cuando me escribas, te responderé con preguntas. Cuando tenga respuesta a esas preguntas, te diré en qué formato y a qué precio puedo trabajar contigo. Y con eso, empezamos a trabajar.