Nunca he visto a mi profesor de yoga hacer yoga.

Igual no hace yoga. Igual ni sabe.

Pero a mí, como alumno, me da igual. Porque su trabajo no es enseñarme cómo él hace yoga. Sino que yo aprenda.

Él me guía en cómo hacer los ejercicios. Cómo los hace él, si es que los hace, no tiene importancia. Porque soy yo el que los tiene que hacer.

Tu jefe, o tú como jefe, debería hacer algo parecido.

En trabajos con datos, el que dirige al equipo puede que no programe nunca. Pero sí va a dirigir a gente que programará.

Puede ser que tengas años de experiencia en lo tuyo. Y tu trabajo quizá sea asegurar que tu equipo saque las tareas adelante. Te pasas el día haciendo powerpoints y contestando correos. Y atendiendo a tu equipo cuando tiene dudas.

Igual que mi profesor de yoga, si un miembro de tu equipo se atasca en un análisis, tu trabajo no es escribir el código que haga ese análisis. Si fuera eso, podrías despedir a ese miembro y ya te encargarías tú.

Tu trabajo es darle las pistas suficientes para que se desatasque. Y sepa hacia dónde orientar su código.

Si tienes experiencia con datos sin saber programar, puedes aportar mucho en su interpretación. Puedes orientar muy bien a tu equipo hacia qué tipo de aprendizajes se pueden obtener, o qué se debería esperar de un modelo estadístico.

Pero tendrás limitaciones cuando:

• estimes tiempos de desarrollo de código.
• estimes tiempos de ejecución (cosa que puede costar dinerito).
• haya que decidir si usar un lenguaje u otro, una herramienta u otra, una base de datos u otra.
• valores si un producto que te vende una consultora es para ti.
• evalúes técnicamente a nuevos candidatos.
• transmitas a tus empleados que tienes recursos para apoyarlos cuando los necesiten.

Cuidado, hay cosas ahí de las que no tienes que encargarte tú, como gestor de un equipo. Las puede decidir tu equipo técnico, que para eso ha estudiado ya programación. Lo importante es que, si tienes una base, te puede ayudar a entender por qué tu equipo ha tomado las decisiones técnicas que ha tomado.

Si tu caso es parecido, recuerda una cosa: no necesitas aprender a programar, sino estudiar cómo la programación te puede ayudar en las tareas de tu equipo. Aunque luego no programes nunca, ese conocimiento te ayudará en tu trabajo de guía. Como mi profesor de yoga.

Un día igual me anime y prepare una formación con contenidos de programación para ti, que no necesitas programar.

Mientras tanto, puedes suscribirte para recibir más correos como este.

P.D. También, puedes ver la programación como un juego o un ejercicio mental. Solo con eso, podría concluir que la programación es útil para todo el mundo, incluso para quien no necesita programación en absoluto.