3 min read

A nadie le importa lo que haces, sino lo que consigues

Un modelo es una aproximación de la realidad.

Si voy a Zara, veo por las paredes fotos de tíos sexys llevando unos pantalones que quizá me compre. Esos tíos son aproximaciones de cómo me quedarán a mí los pantalones cuando me los ponga.

Insisto en lo de aproximacions. Como esos tíos y yo no somos igual de sexys, no nos quedará igual. Pero me hago una idea.

Ese es el objetivo de un modelo. Dar una aproximación de una realidad que no conoces.

¿Cómo construyes ese modelo?

Mira.

No le importa a nadie.

Sobre todo, no le importa quien paga por ello. Puede ser un departamento distinto al tuyo, una empresa distinta… Sea quien sea, el cliente no paga por tu esfuerzo. Paga por el resultado que le des y la conclusión a la que llegues.

Por eso, cuando hables del modelo que has construido, no puedes perderte en detalles tipo la técnica, la calidad de los datos, el lenguaje…

Es que al que paga no le importa. Pasa. Te ha contratado para que le des información a la que no tiene acceso:

Qué clientes suyos se van a dar de baja.
Cuántas ventas tendrá el mes que viene.
Qué está causando la caída en ventas de los últimos meses...

Pero solo quiere saber eso. Lo demás… como el que oye llover.

A ver, dar un indicio de que lo que has hecho es riguroso no está de más. Pero solo un indicio. Nada de que tu red neuronal la has entrenado durante horas con no sé cuántas capas profundas.

Te pagan por el valor añadido, no por el esfuerzo.

¿O no?

Pues no siempre. Si trabajas mucho con datos, pero nada de modelos, lo que te toca es dar valor añadido a ese esfuerzo.

Por ejemplo, si tu trabajo se centra en hojas de cálculo en Excel, con programación te esfuerzas una vez en hacer una tarea y ya no lo haces más. Cuando te toque repetirla, el código lo hace por ti.

Pero quizá te hayas visto en “cursos de introducción a la programación” y luego resulta que no te sirven para tu trabajo.

Has aprendido a hacer modelos, te han enseñado cómo hacer una regresión lineal programando. Ya, ¿pero a ti de qué te sirve?

De nada.

Porque no vas a generar más valor en tu trabajo haciendo modelos y estadística guay. Sino transformando el esfuerzo que inviertes en tratar tus hojas de cálculo.

Te lo he dicho más veces: no quieres “programar”, así en general. Quieres herramientas que transformen tu trabajo a uno más valorado. Y hay herramientas, vinculadas a la programación, que te pueden ayudar.

La semana que viene te voy a ofrecer una cosa. Es una muestra pequeña (muy pequeña) de a qué me refiero. Un primer paso.

Habrá gente que diga que es empezar la casa por el tejado.

Yo diría que es empezar a aplicar la programación en tu trabajo.

P.D. Si los datos con los que trabajas están siempre limpios y ordenados no te servirá de absolutamente nada.




Si te ha gustado esto, te gustarán mis correos. Para recibirlos te suscribes aquí: