Urien era un chico de 24 de años que había apostado todo a un FP de programación. Y cuando llevaba ya tiempo, y era tarde para cambiar de sector, aceptó la realidad: programar no es para él.
A Urien no le gusta programar. Nada. Así que se le da mal.
¿Qué le preocupa?
Que dado que el sector de la programación es de los pocos que sigue creciendo, renunciar a ese aprendizaje es como pegarse un tiro en el pie en su futuro profesional.
Y ahora no sabe qué hacer para dejar de depender económicamente de sus padres.
En este post te cuento las dos cosas que puede hacer Urien. Que quizá te vienen bien a ti también.
La razón de por qué no te gusta programar
Mira. Odio los puzzles, y el bricolaje, y todo lo que es construir cosas.
No me gusta porque no tengo intuición para eso. Así que no me siento cómodo construyendo cosas.
Programar viene a ser eso mismo muchas veces. Tienes unos ingredientes, unas piezas (códigos de programación, funciones, palabras clave) y tienes que juntarlas de cierta forma para obtener el resultado que buscas (una app, un sitio web, un procesado de datos, un ajuste de un modelo de machine learning,…).
¿Cómo me apaño entonces, si no tengo intuición?
Pues he conseguido aprenderme esos ingredientes. Los conozco muy bien, se cómo interactúan, así que, aunque no tengo intuición, he sabido estudiar sus relaciones.
Y con eso consigo los resultados que necesito. ¿Cómo?
Pues reconozco que tiene trampa. Porque no estudio todo. Solo estudio aquellos elementos de programación que necesito para mi trabajo.
Y esa es la clave.
Tienes que saber en qué vas a usar la programación. Y aprender solo la programación que necesitas para esa tarea.
Por ejemplo, a Urien le decían que estudiara Java, que es más amigable que lo que él estaba estudiando.
Java está bien para desarrollo de cierto software.
¿Pero y si Urien no quería hacer desarrollo de software?
Entonces no le sirve de nada Java. Y sentirá frustración permanente.
¿Qué quiero decir con todo esto?
Que no te gusta programar porque no sabes en qué aplicarlo.
Programar es solo un conjunto de herramientas, cada una de ellas útiles para cosas distintas.
No debes aprender a programar: debes identificar qué problema quieres solucionar, y entonces detectar qué herramientas de código te vienen bien para ese problema.
Qué lenguaje deberías estudiar
Para decir qué lenguaje o herramienta de programación debes estudiar, debes tener claro cómo lo aplicarás.
Para eso, piensa desde un punto de vista de negocio. ¿En qué sectores se gana dinero programando?
- Videojuegos
- Desarrollo web
- Desarrollo de aplicaciones móvil
- Gestión de bases de datos
- Machine Learning
- Inteligencia artificial
- Estadística
- Cálculo científico (aquí, en España, quizá no se gane dinero, pero hace falta)
Piensa problemas de negocio que hay en sectores. ¿Cuál te llama la atención? Por ejemplo, ten en cuenta que el machine learning se aplica a muchas cosas: seguros, energía, marketing…
Si alguna de las cosas que salen de esa lista te gusta, identifica qué elementos de programación necesitas para trabajar ahí.
Por ejemplo, si quieres aprender Machine Learning aplicado al sector bancario (para identificar clientes morosos, para identificar clientes que cambiarán su nómina, etc), debes saber que te pueden venir bien Python ó R.
Y es más: Python o R son cosas muy amplias. Céntrate solo en las que necesitas (si te suscribes a mi newsletter y lees el documento que te mando por suscribirte, entenderás esto un poco mejor).
Ese debería ser tu forma de pensar. Piensa en negocio, en proyectos, en el caso real que quieres resolver. Y explora qué elementos de informática necesitas para eso.
Pero no lo hagas al revés: no estudies un curso de introducción a la programación genérico, sin saber para qué. Porque solo conseguirás frustrarte.
Y si esto no es para mí
Queda otra opción. La más difícil pero totalmente honesta.
- ¿Qué pasa si no das con ningún proyecto que se pueda resolver con programación?
- ¿Qué pasa si huyes del mundo de oficina?
- ¿Qué pasa si no te motivan los proyectos que se resuelven con programación?
Pues en ese caso, quizá es verdad que la programación no es para ti.
No pasa nada. No todas las profesiones son para todo el mundo.
Pero por lo menos, si has hecho lo que te explicado en este artículo, ahora estarás seguro de que te has esforzado lo necesario en entender la situación.
Y ahora sí, puedes descartarla y buscar otra área.
Y no te preocupes, como Urien: hay muchas profesiones a las que te puedes dedicar. Tan solo céntrate en aprender todo lo que puedas sobre ellas.
¿Qué estudiar si no me gusta programar?
No te preocupes tanto por qué estudiar, sino por en qué tipo de proyectos quieres caer. Responde a esta pregunta: ¿en qué quieres aplicar tu conocimiento? Aunque todavía no tengas el conocimiento, la respuesta a esa pregunta te ayudará a saber qué tienes que aprender.
¿Por qué no puedo aprender a programar?
Hay dos opciones. O bien estás estudiando algo cuya aplicación no te interesa, o bien programar no es para ti (porque te satura el ordenador, porque requiere un pensamiento demasiado abstracto, o lo que sea). Intenta entender en qué proyectos puedes aplicar la programación que estás estudiando. Y si eso no te motiva, busca qué lenguaje te puede servir para proyectos que te motiven.
¿Cómo saber si soy bueno para la programación?
Lo mejor es tener claros algunos proyectos pequeños que puedas ir haciendo: un sitio web, una app móvil, un modelo de machine learning con datos públicos... algo concreto, para lo que puedas ver resultados pronto. Si consigues resultados y eso te produce satisfacción, entonces eres bueno. Para que estoy simplificando, pero eso es lo que necesitas.
¿Qué tan rentable es ser programador?
A día de hoy, hay trabajo de sobra. Incluso en España. Te hace no tener miedo al paro. Puedes incluso encontrar trabajo en remoto con cierta facilidad. Saber programar, a día de hoy, es muy útil profesionalmente.